sábado, 14 de julio de 2012

APOYEMOS A MÉXICO


En qué forma tan interesante se va construyendo la historia. Nos vimos inmersos en unas elecciones presidenciales en México, en las cuales algunos se involucraron con verdadera pasión, entregando su tiempo, su mente, su esfuerzo: admirables idealistas, dispuestos siempre a luchar por lo que creen es lo correcto. Otros seguimos el proceso día a día, con interés siempre, viendo cuales eran los avances de nuestro candidato. (o candidata, dirían algunos, aunque Doña Josefina está incluida al hablar en género masculino, por las particularidades de nuestro idioma) Y los menos permanecieron alejados, indolentes a lo que pasaba a su alrededor.

En fin, para bien o para mal, el proceso de elección de candidato a la presidencia ha terminado. Lo importante ahora, para el elegido y para los electores, es concientizarnos que ésta grande y hermosa nación ya tiene un presidente. El que nos gustara el color o la plataforma política de Peña Nieto pasa ahora a segundo término. Lo que importa ahora es aceptar que nuestro presidente es él, y respaldarlo, sabiendo que las metas a las que debe aspirar el país son muy altas, y que solamente las lograremos si trabajamos juntos, sin ponerle piedritas en el camino a nadie. Eso lo digo por todos y cada uno de nosotros, ya que no hay piedra chica, ni existe un tamaño mínimo para tropezar. Y también lo digo por todos los diputados, senadores, gobernadores y munícipes, que están cada quien en posiciones vitales para el progreso del país. 

Y lo digo también por nuestro presidente electo, quien ahora tiene el compromiso de gobernar para todos, votaran o no por él; la responsabilidad de entregar un país por lo menos tan adelantado como el que le está entregando Don Felipe Calderón, quien se distinguió, en mi  concepto, por ser un presidente que pasará a la historia por haber sido congruente, y claro, y exitoso.

El Lic. Peña Nieto tiene grandes responsabilidades. ¿Nos ha de entregar cuentas? Claro que si. Pero vemos en el libro de Romanos, en la Biblia, que hay Uno al que no podrá engañar con palabras bonitas y con argucias de político. Dios nuestro Señor le tomará cuentas, pues Ud., Don Enrique, fue puesto en la presidencia por Dios mismo. Confío en que, consciente de esa realidad y de la responsabilidad que conlleva, gobierne en tal forma que le entregue Ud. a Él buenas cuentas.
MUCHO ÉXITO, POR MÉXICO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario