miércoles, 18 de diciembre de 2013

FELIZ NAVIDAD. NO TEMAS ¡Gloria a Dios en las alturas! Y en la tierra paz, Buena voluntad para con Los hombres Éste es el precioso canto que el coro de ángeles entonó frente a los pastores, después de anunciarles el natalicio de nuestro Señor Jesucristo. Qué magnífica experiencia, la de aquellos rudos hombres. He oído coros realmente bellos, pero no alcanzo a imaginar la sin igual maestría de un coro de ángeles. Leemos la letra de ese coro, y nos pasma lo grande de su lírica. Ahora imaginémosla completa, acompañada por una música compuesta en el cielo. Nada menos que para alabar al Creador del universo. Sin igual, seguramente. Dice Lucas que esto ocurrió de noche. Los pastores guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños, “cuando la gloria del Señor los rodeó de resplandor. Y un ángel les comunicó la gran nueva: No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor” ¿Cómo estaban esos pastores? Se llenaron de temor. Si, se llenaron de temor. El ángel tuvo que calmarlos, diciéndoles que no temieran, que venía en son de paz, a traerles nuevas de gran gozo. Porque, a pesar de que estaba escrito que Cristo nacería de una virgen, el pueblo se llenó de temor. Igual que en la actualidad: saber de las cosas de Dios produce en mucha gente gran temor, el temor a lo desconocido, el temor a tantas suposiciones y paradigmas con las que malamente hemos sido mal informados. Dios vino a darnos buenas nuevas. El Señor Jesucristo nació para que la humanidad viviera buenas nuevas Pero seguimos llenándonos de temor. Temor por el más allá, temor por lo que ha de pasar, el temor que una lectura mal entendida del Apocalipsis produce, temor por el juicio final. Alegrémonos, todos aquellos que estemos dispuestos a ponernos en las manos amorosas de nuestro Señor. El vino a darle a la humanidad paz, y buena voluntad. A darnos Su buena voluntad. No dice el texto, como equivocadamente nos han enseñado, que viene a rescatar a los hombres de buena voluntad. Si así fuere, tendría que regresarse por donde vino, pues no encontraría hombres de buena voluntad. Afortunadamente es El quien pone la buena voluntad, no el hombre. Recordemos en éstas fechas que no debemos temer. El ángel dijo a los pastores que no temieran, porque traía buenas nuevas. Dios, nuevamente hoy, nos dice que no temamos. El nos recuerda que nos trae buena voluntad, y Su enorme, gratificante amor, y Su salvación. Quiero compartirles éste pensamiento hoy, para que nuestros corazones se inunden de paz y dicha en éstas fechas. MUY FELIZ NAVIDAD, hombre receptor de la buena voluntad de Dios.